Madrid (EFE).- “Apenas el cinco por ciento” de los mecanismos de asistencia oficial para el desarrollo están orientados al cumplimiento del sexto Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) (lograr “un acceso universal y equitativo al agua potable”) por lo que son necesarias “nuevas formas de financiación”.
Estas han de venir “de los estados, tanto del sector público como el privado”, ha indicado a Efe el coordinador del Programa Mundial de Evaluación de los Recursos Hídricos de la UNESCO, Stephan Uhlenbrook.
VIII Foro de la Economía del Agua
El experto ha participado en el VIII Foro de la Economía del Agua celebrado en Madrid, donde ha estimado una necesidad de inversión mundial de más de 100 mil millones de dólares para cumplir “tan solo con los dos primeros puntos del objetivo”.
El principal inconveniente para lograr financiación desde los países -ha señalado- es el carácter “a largo plazo” de las inversiones que supone “un gran desembolso de capital por adelantado”, del que muchas veces no se dispone.
Financiación y ODS agua
En concreto, Uhlenbrook destacó que “más del 80 % de los firmantes de los ODS carecen de la financiación suficiente para alcanzar esta meta”.
La situación es diferente en cada país, por lo que desde el Programa que Uhlenbrook coordina trabajan “caso por caso”, tratando de llegar a un análisis y solución para cada nación, y afrontando el agua desde una perspectiva interdisciplinar que aborde aspectos como “el saneamiento, la agricultura o las ciudades”, entre otros.
“Hay que actuar ya”, ha demandado el experto, quien ha reconocido además la existencia de “nuevos desarrollos tecnológicos” para mejorar la eficiencia en sectores como la industria y la agricultura, que se suponen juntas el 90 % del uso global del agua.
La clave, según ha reconocido, es abordar la gestión hídrica de manera “transversal”, ya que este recurso “incide en muchos de los otros Objetivos de Desarrollo Sostenible, como la seguridad alimenticia, el desarrollo económico o la erradicación de la pobreza.
Desigualdades
Actualmente, más de 2.000 millones de personas carecen de fuentes de agua gestionadas de manera segura, algo que produce “grandes desigualdades” entre países, pero también dentro de los propios territorios.
En este sentido, Uhlenbrook se ha referido a las diferencias entre áreas urbanas y rurales o entre hombres y mujeres, donde existe una brecha de género que “recae” sobre estas últimas por “estar responsabilizadas de las tareas del hogar”, ha indicado a Efeverde.