El primer ministro británico, Boris Johnson, se ha comprometido a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de su país en un 68 % para 2030, y situarlas así en niveles similares a los de 1990.
El anuncio llega a nueve días del quinto aniversario del Acuerdo de París sobre el clima y cuando el Reino Unido debía de estar celebrando la COP26 en la ciudad escocesa de Glasgow, aplazada hasta el año que viene por la pandemia de la covid-19.
El anterior compromiso británico de reducción de emisiones -las conocidas en la jerga climática como contribuciones a nivel nacional (NDC)- era del 53 % para la próxima década, pero el Reino Unido ha decidido acelerar el proceso como anfitrión de la COP, aunque se espera que la Unión Europea y otros países hagan lo mismo.
La Cumbre de Ambición Climática
“Hoy asumimos el liderazgo con un ambicioso nuevo objetivo para reducir nuestras emisiones antes de 2030, más rápido que ninguna otra gran economía”, señaló Johnson según un comunicado difundido por su oficina.
Una revolución industrial verde para la economía británica
El primer ministro recordó su plan, presentado en noviembre como una “revolución industrial verde“, para transformar la economía británica centrada en el impulso de los vehículos eléctricos y las energías renovables.
Esa hoja de ruta contiene diez prioridades medioambientales, respaldadas por un paquete de 12.000 millones de libras (13.430 millones de euros/16.311 millones de dólares) con el que espera crear 250.000 puestos de trabajo en esta década y movilizar tres veces más inversión desde el sector privado.
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