Científicos del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC) de la Universidad de Castilla-La Mancha y de la Universidad de Lérida, junto a técnicos del Gobierno de Aragón y Tragsatec, han logrado documentar por primera vez el comportamiento nocturno del quebrantahuesos.
Según ha dado a conocer este viernes el IREC en una nota de prensa, la combinación de datos de GPS, acelerómetros y cámaras trampa han permitido conocer por primera vez el comportamiento nocturno del quebrantahuesos, aportando nueva información sobre la ecología de una de las aves carroñeras más emblemáticas de la península ibérica.
Por otro lado, los quebrantahuesos solo mostraron actividad alimentaria en el 8% de los eventos de alimentación analizados, pero siempre durante la hora posterior al amanecer y la hora anterior al anochecer.
En la mayor parte de los casos, los vuelos se produjeron en torno a los posaderos nocturnos, alcanzando distancias de entre 0,7 y 6.1 kilómetros de distancia y velocidades de hasta 24,4 km/h.
Vuelos nocturnos
Curiosamente, han explicado los científicos, a diferencia de los individuos juveniles, todos los adultos estudiados realizaron vuelos nocturnos durante el periodo de estudio, lo que puede deberse a un mejor conocimiento del territorio y a la confianza que les aporta su edad para realizar desplazamientos nocturnos.
Todo parece indicar que la razón de los vuelos nocturnos del quebrantahuesos no es la consecución de alimento, sino que más bien pueden estar motivados por la ocurrencia de molestias -provocadas por el paso de ungulados o las visitas de pequeños depredadores a los posados o los nidos en busca de restos de comida- o de cambios repentinos en las condiciones climatológicas que causan el abandono repentino de los posaderos durante la noche, con el consiguiente riesgo que ello conlleva para una especie diurna no adaptada al vuelo nocturno.
La información disponible hasta la fecha sobre el estatus poblacional, la distribución y los parámetros reproductivos del quebrantahuesos en España, que ha sido recientemente publicada a través de una monografía editada por el IREC, muestra cómo el conocimiento progresivo de la ecología del quebrantahuesos ha servido para aplicar estrategias exitosas para la conservación de la especie.
No cabe duda de que el estudio de este inusual comportamiento nocturno, no documentado hasta la fecha, han señalado los científicos, aportará material de gran valor para mejorar aún más las estrategias de conservación de una de nuestras aves carroñeras más emblemáticas. EFEverde
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