Un estudio revela la acumulación de plastificantes organofosforados en grasas, músculos, hígado y cerebro del 100 % de delfines analizados en el mar de Alborán, que podrían causarles daños neurológicos, cáncer, problemas de fertilidad y disrupción endocrina.
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha informado de que el trabajo, liderado por la científica de su Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (Idaea) Ethel Eljarrat, es el primero que encuentra la acumulación de estos compuestos.
Los compuestos plastificantes pueden llegar a tener concentraciones de 25 microgramos por gramo de grasa, niveles similares a los encontrados por otros tipos de contaminantes como los bifenilos ploriclorados (PCB) o los bromodifeniléteres (PBDE).
Este dato es preocupante porque se ha observado que los compuestos tienen más tendencia a acumularse en el cerebro que en otros tejidos.
Los compuestos organofosforados se comenzaron a utilizar en los años 60, aumentando cuatro décadas más tarde, cuando fueron propuestos como alternativa a los PBDE, retardantes de llama que fueron prohibidos por la Convención de Estocolmo por su toxicidad.
Aunque existen estudios que demuestran que los compuestos organofosforados son menos tóxicos que los PBDE, pueden causar daños neurológicos, disrupción endocrina, cáncer y problemas de fertilidad.
Los científicos creen que probablemente la mayor presencia de compuestos organofosforados en los delfines se deba al hecho de que su organismo acumula los aditivos plastificantes después de la ingestión del plástico.
La alarma crece al considerarse el mar Mediterráneo como una zona de acumulación de residuos plásticos flotantes importante, con 423 gramos de plástico por kilómetro cuadrado. EFEverde
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