Base Carlini, Diana Marcela Tinjacá

Homeward Bound

De Metallica al buceo, la base antártica Carlini cautiva a las líderes científicas

Publicado por: generico 8 de enero, 2019 Base Carlini, Antartida

Diana Marcela Tinjacá / Isla Rey Jorge (Antártida)  (EFE).- ¿Cómo se puede bucear con la temperatura de la Antártida? Esa fue la pregunta de las 80 líderes científicas que recorren el continente blanco al visitar la base argentina Carlini, famosa por sus investigaciones y por haber acogido en 2013 un concierto de Metallica en favor del planeta.

Es el sexto día de travesía y la expedición por el liderazgo femenino Homeward Bound, apoyada por Acciona, se enfila hacia la base más importante de Argentina en la Antártida, ubicada en la isla Rey Jorge -o 25 de Mayo para los argentinos- y rodeada por el cerro Tres Hermanos, de 210 metros, y el glaciar Fourcade.

La estación, dirigida por el mayor Mariano Pintos, quien dio la bienvenida a las visitantes, está formada por varias instalaciones de color naranja, entre ellas la casa principal, donde duermen los ocupantes de la base, un restaurante, un acuario, una planta de tratamiento, un cinema y, por supuesto, los laboratorios.
Sharon Robertson, profesora de la Universidad de Wollongong, en Australia, y miembro de Homeward Bound, recuerda al grupo que ese lugar acogió en diciembre de 2013 un histórico concierto de la banda Metallica para concientizar sobre la importancia de la Antártida para el planeta.

Pero, lo que causa emoción ahora es la división de buceo, una de las pocas de ese continente, que funciona también en invierno y que cuenta, precisamente, con una mujer como enfermera experta en atención a buzos.

"Es un orgullo inmenso y una felicidad estar acá después de tantos años de intentar venir a la Antártida", explica la capitán y enfermera profesional Sandra Lupiani. "Como mujer es un desafío, un orgullo más que nada, y es una aventura", agrega.

El teniente primero Ulises Díaz Bozza se encuentra a cargo de la sección de Buceo y Navegación de la base, un área destinada a tomar muestras del mar para diferentes estudios científicos y que cuenta con un centro hiperbárico con cámara de descompresión.

"Los buceos se realizan todos los días, si el clima lo permite, con un tiempo máximo de una hora y la profundidad que se llega a alcanzar es de 20 metros", explica el teniente.

En verano, los buzos aguantan una temperatura de entre 1 y 2 grados, pero en invierno, cuando siguen realizando inmersiones, esta puede llegar a los 12 grados bajo cero.

En cuanto a visibilidad, en el invierno es mayor, hasta los 50 metros. "En el verano, por acción de la sedimentación del glaciar,la visibilidad se disminuye hasta los 3 metros e incluso hay lugares que no puedo ni ver mi reloj", afirma Díaz.

Para llegar a la Antártida, los buzos, miembros del Ejército, deben realizar un curso de aguas gélidas durante un mes en el sur de Argentina, donde la temperatura es más fría. "Nada comparado con esto, pero permite que el cuerpo se vaya aclimatando y practicar el uso de los equipos", agrega el militar.

"Me parece fantástica su dedicación porque justo van a salir al agua con el frío que hace, con lluvia y nieve", dice la argentina Marina Mansilla Hermann, de la Fundación TierraVida e integrante del programa australiano Homeward Bound, que busca visibilizar el liderazgo de la mujer en asuntos de interés global como el cambio climático.

ISLA REY JORGE (ANTÁRTIDA), 08/01/2019.- Vista de material del laboratorio de la base Carlini, en la Isla Rey Jorge (Antártida). EFE/ Diana Marcela Tinjacá

Precisamente, en la base todos se encuentran preocupados ya que tienen al lado al que consideran un reflejo del cambio climático: el glaciar de Fourcade.

"Es muy notorio el retroceso del glaciar. En enero del año pasado el glaciar tenia una forma y hoy es completamente distinto, todos los días hay desprendimientos y eso es a causa del cambio climático", expuso el teniente Díaz, causando lágrimas a la costarricense Christiana Figueres, una de las artífices del acuerdo de París e invitada a la travesía de mujeres líderes.

Esta visita ha sido una de las más celebradas por la expedición debido a la calidez de los miembros de la base y por la cantidad de información científica que provee en áreas como sismografía, mamíferos y aves.

"Me encantó ver los diferentes proyectos científicos, en biología, estudio de aves, del clima y del cambio climático en la Antártica. Es impresionante e inspirador", afirma la nicaragüense María Molina, experta en Meteorología y tormentas severas.

La expedición Homeward Bound partió el 31 de diciembre desde Ushuaia, considerada la ciudad más austral del planeta, y entre más de una decena de paradas previstas están ahora la base estadounidense Palmer, la ucraniana Vernardsky y la isla Pleneau, adyacente a un "cementerio" de icebergs. EFE
dmt/eat

Secciones : Crisis climática

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