Los viveros “no son únicamente jardines o parques públicos, sino verdaderos centros de producción de plantas” que han consolidado a Madrid como “una de las ciudades con mayor arbolado a nivel mundial”, ha explicado hoy la doctora en arquitectura Carmen Toribio, coordinadora de un libro sobre el tema.

Imagen cedida por la organización.
Toribio, junto con la historiadora Beatriz Rolle y el responsable del vivero Estufas del Retiro, Javier Spalla, son los autores de ‘Cultivares. Un recorrido de 200 años por los viveros de Madrid’, editado por el área de Medio Ambiente y Movilidad del gobierno municipal para conmemorar dos siglos de “espacios urbanos de biodiversidad”.
Así los ha descrito la concejala madrileña de Medio Ambiente y Movilidad en funciones, Inés Sabanés, durante el acto de presentación del libro en un acto organizado en La Rosaleda del Parque del Oeste.
Sabanés ha asegurado que esta obra es “un viaje para conocer la historia de los viveros” que en la actualidad desempeñan “un papel fundamental en la lucha de las ciudades por adaptarse al cambio climático”, como “piezas clave de un modelo urbano más sostenible”.
Importancia de preservarlos
Este tipo de estructuras fueron instaladas por vez primera en el siglo XIX coincidiendo con la aparición de los primeros parques urbanos públicos.
Sabanés ha insistido en la importancia de preservarlos “para asegurar la belleza, la salud, la sostenibilidad y el futuro de la capital”.
“Concienciar a jóvenes”
Durante la presentación, Toribio resumió algunas de sus ventajas al explicar su capacidad para “revivir las tramas urbanas, formar una cubierta vegetal, fomentar la biodiversidad de las ciudades y convertirse en sumideros de CO2 muy efectivos”.
Además, cumplen una “importante tarea educativa” al mostrar “lo difícil que es cultivar un árbol desde su fase más temprana”, lo que “puede ayudar a concienciar a los más jóvenes” sobre la necesidad de contribuir a conservar su entorno natural.
Spalla ha añadido que la obra también aborda las investigaciones actuales de especies vegetales en el laboratorio de cultivo ‘in vitro’ de Migas Calientes así como las del vivero de Estufas del Retiro.
Los expertos que trabajan allí buscan cultivos adaptados a la climatología y otras circunstancias, con metodologías “que luego se pueden aplicar en otros ámbitos científicos” para mejorar la gestión ciudadana, ha indicado Spalla.EFEverde
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