Expertos han informado hoy de que una avalancha submarina pudo haber potenciado el devastador tsunami ocurrido tras un terremoto de magnitud 7,5 en el norte de la isla indonesia de Célebes, que causó la muerte de al menos 1.400 personas.
“Se observaron extensos corrimientos de tierra en las montañas en torno al valle donde se asienta Palu y a lo largo de la costa. No hay razones para creer que estos deslizamientos ocurrieran solo en tierra”, dijo hoy a EFEverde el geólogo de la Universidad Estatal de Humboldt (EEUU) Jason R. Patton.
“Así que es ciertamente posible que estas plausibles avalanchas submarinas contribuyeran al tamaño del tsunami”, agregó en un correo electrónico el también oceanográfo sobre la ola gigante que causó numerosos daños y víctimas, principalmente en la ciudad de Palu.

Escombros en las calles de Palu tras el terremoto y posterior tsunami, que ya han provocado 1.407 los muertos. EFE/ Mast Irham
Patton explicó que los grandes tsunamis suelen ocurrir después de terremotos en fallas en las que dos bloques se presionan frontalmente y crean un movimiento vertical, mientras que el seísmo en Célebes fue en una falla deslizante que no desplaza normalmente grandes cantidades de agua.
“Debido a esto, a primera vista, los geólogos no esperaban que este terremoto fuera a generar un tsunami grande”, precisó el experto.
Patton agregó que los terremotos “deslizantes” pueden generar un tsunami de forma indirecta al afectar la topografía, como ocurrió en Izmut (Turquía) en 1999, aunque en este caso “no fue muy grande”, pues tuvo una altura máxima de 2 metros.
Algunos testigos aseguran que la ola gigante que golpeó la ciudad de Palu en Célebes alcanzó los 5 metros, aunque aún no existen datos científicos que corroboren esta cifra.
Además de las posibles avalanchas submarinas, el tsunami pudo haber crecido debido a que la bahía de Palu se vuelve menos profunda en su zona sur.

Un palo con una bolsa de plástico señala el lugar donde se encuentra un cadáver del desastre natural de Palu. EFE/Hotli Simanjuntak
“Sabemos que cuando un tsunami avanza hacia aguas menos profundas desde aguas más profundas, las olas crecen”, apuntó Patton.
Añadió que los científicos tendrán que recopilar toda la información necesaria antes de tener una idea exacta de qué causó el tsunami y qué pudo haberlo potenciado.
Asimismo, subrayó que las viviendas en este tipo de lugares deben construirse con la mayor resistencia frente a seísmos y en terrenos evaluados por geólogos e ingenieros ante el peligro de corrimientos de tierra. EFEverde