Más del 80 % de los organismos de investigación marina en Europa se ha visto obligado a cancelar o aplazar sus proyectos y un 70 % no ha podido llevar a cabo la formación de estudiantes o internos si no es de forma remota por culpa de la crisis sanitaria generada por la COVID-19.
Así lo denuncia un comunicado del Consejo Marino Europeo (EMB) que recoge los resultados de un estudio elaborado con instituciones de 14 países europeos en el que, además, se destaca que un 60 % de estos centros de investigación marina ha sufrido recortes en su financiación y un 40 % ha visto afectada su toma de datos incluidos los de monitorización a largo plazo, de importancia para el estudio del clima o la asesoría pesquera.
El informe también prevé diversos impactos negativos en los próximos meses para estos centros si continúa la alerta sanitaria, como la reducción en la financiación para investigación marina -en un 63 %-, así como recortes en el empleo -43 %- y en el presupuesto de viajes para la asistencia a reuniones científicas -más del 40 %-.
El lado positivo
No obstante, García Soto ha destacado algunos aspectos más positivos de la actual situación como “el apoyo de los centros al esfuerzo general contra la pandemia”.
Así, más de la mitad de los centros de investigación donó equipos de protección “a los trabajadores sanitarios de primera línea” mientras que un 17 % colaboró abasteciendo de materiales para la escolarización en casa y practicando análisis de laboratorio.
Además, un 73 % de estos organismos vio incrementada su capacidad de asistir a reuniones científicas vía Internet y un 63 % ha puesto en marcha iniciativas de divulgación en línea como “podcasts” o seminarios web