Hasta ahora, los días con mayor demanda eléctrica en España han sido los de invierno pero, a partir de mitad de siglo, la situación cambiará significativamente y serán las calurosas jornadas del verano provocadas por la crisis climática las que dispararán el uso de aparatos de aire acondicionado y el consumo de energía eléctrica.
Esta es la principal conclusión de un estudio realizado por físicos de la Universidad Complutense de Madrid y del Instituto de Geociencias (CSIC-UCM) que analiza el cambio en los patrones de demanda a nivel nacional tomando como referencia un escenario de cambio climático en el que las emisiones de gases de efecto invernadero aumentan al ritmo de las últimas décadas.
Demanda eléctrica
El trabajo, publicado en la revista Climatic Change, cuantifica por primera vez el cambio en los patrones de demanda eléctrica para diferentes horizontes temporales y grados de calentamiento, a nivel nacional y local.
Según recuerda el estudio, en los días fríos aumenta el consumo por el uso de calefacciones, mientras que en los días cálidos se disparan los sistemas de refrigeración.
"Teniendo esto en cuenta, se espera que el incremento de temperatura asociado al cambio climático suponga una disminución de consumo por días fríos y un aumento por días cálidos", indica José Manuel Garrido Pérez, investigador del Departamento de Física de la Tierra y Astrofísica de la UCM y del Instituto de Geociencias (CSIC-UCM).
Aumento de la temperatura
Para hacer el estudio, los investigadores establecieron una relación entre demanda y temperatura y desarrollaron un modelo estadístico que permite estimar cómo será la demanda eléctrica a lo largo del siglo XXI.
Según los autores, los cambios de demanda eléctrica serán bastante desiguales a lo largo de la geografía española "debido a la variedad climática y a diferencias espaciales en las proyecciones de aumentos de temperaturas".
Sin embargo, el estudio apunta a que, a largo plazo, el mayor aumento de días extremos de demanda eléctrica en verano tendrá lugar en el noroeste de España, "principalmente debido a que históricamente apenas han ocurrido en esta región por sus característicos veranos templados", según Garrido.
No obstante, se espera que sea un cambio más lento que en otras regiones puesto que las proyecciones sugieren un menor calentamiento.
Aunque la variable incertidumbre está presente en estas estimaciones, los autores creen que estos resultados pueden ayudar a los gestores, sobre todo del sur de Europa, a mejorar la eficiencia, solventar problemas de abastecimiento energético y a afrontar mejor los cambios de patrones de la demanda. EFEverde
