Texto y fotos: Juan María Calvo.- En este lluvioso otoño madrileño se puede disfrutar del color de los arces, los olmos, las hayas, los membrillos y otros árboles caducos en el Museo del Bonsái, en Alcobendas (norte de Madrid), donde su director, Luis Vallejo, celebra el 30 aniversario de su dedicación al mundo del bonsái.
Son árboles, cultivados en maceta, de enorme belleza, que imitan a los ejemplares que se pueden ver en la naturaleza.

Fotografía de Juan María Calvo
Pero, mientras que para ver árboles singulares en la naturaleza es necesario recorrer muchos kilómetros, en el Museo del Bonsái todos son ejemplares únicos, separados apenas por unos centímetros.
Además de los árboles caducos, los pinos, los juníperos, los tejos, las encinas o los olivos del Museo del Bonsái, creado por Luis Vallejo hace 20 años, emocionan a cualquier amante de la naturaleza.
El martes 6 de diciembre es el último día para ver la exposición especial, en la que bonsáis destacados se presentan a la manera tradicional japonesa (tokoname).
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