Las lluvias torrenciales en la cuenca del Júcar, de las que hoy se cumplen 35 años y rompieron la presa de Tous (Valencia), superaron los mil litros por metro cuadrado en la zona de Casa del Barón (Muela de Cortes). Arrasaron las comarcas de Ribera Alta y Ribera Baixa y causaron ocho muertos.
El área de Climatología de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en València ha recuperado hoy los principales datos de ese diluvio, que también acumuló en Alicante 220 litros por metro cuadrado en menos de 24 horas, registrando así una de las mayores riadas de España, solo superada por la de 1997.
Aemet también recupera su predicción del día anterior a la catástrofe, que vaticinaba "precipitaciones importantes en la provincia de Valencia y de intensidad irregular en la provincia de Alicante".
Según este análisis histórico, hace 35 años no había radar ni estaciones automáticas y el Centro Europeo de Predicción estaba desarrollando sus primeros productos, por lo que las lluvias torrenciales que dieron lugar a la Pantanada fueron "el punto de partida de modernización de la meteorología española".
Era un azud, no una presa
El entonces director de la Confederación Hidrográfica del Júcar, Vicente Fullana, asegura en una entrevista al Instituto de Investigación de Ingeniería del Agua y del Medio Ambiente (IIAMA) de la Universitat Politècnica de València que la presa de Tous era un azud.
"Era técnicamente un azud, no una presa, y no podía parar una embestida de aquella magnitud", ha dicho Fullana para destacarlo como principal motivo de la riada.
Fullana explica que, tras la embestida, "lo más importante era la construcción de una nueva presa de Tous", que hoy se ha convertido a su juicio en "la mejor presa de España", ya que está diseñada para soportar una avenida de 22.000 metros cúbicos por segundo y una suelta de 3.500 m3/s.
"Diseñamos un modelo de río perfecto como indican todos los manuales", señala Fullana para recordar que entonces hicieron una reparcelación de terrenos, adjudicaron a cada agricultor el terreno que le correspondía y pactaron que, "por ley, la presa debe estar vaciada hasta un nivel muy bajo".
Sobre la implantación de tarifas por el suministro del agua una vez construida la presa, recuerda que los regantes de Castellón y Alicante "no tuvieron problemas, pero los de Valencia recurrieron al Tribunal Supremo".
El 20 de octubre de 1982
Fue poco después de las siete de la tarde del 20 de octubre de 1982 cuando las lluvias torrenciales reventaron el embalse y las aguas desbordadas del río Júcar inundaron la comarca de La Ribera, hasta alcanzar los nueve metros en Sumacárcer y los cinco en Carcaixant y Alzira.
La catástrofe causó ocho muertes, miles de damnificados -se estima que hubo unos 100.000 evacuados- y dejó unos 300 millones de euros en daños materiales en agricultura, viviendas y redes viarias.
Pocos días después, el juzgado de instrucción de Xàtiva inició un sumario que alcanzaría los 50.000 folios. Los 33.000 damnificados constituyeron varias asociaciones, como Afiva y Apemeda, si bien unos optaron por acudir a los tribunales por la vía penal y otros recurrieron a la contencioso-administrativa.Efeverde
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